El 21 de septiembre es una de las fechas que la alegría y las luchas eligieron para brotar. Junto con la primavera, los estudiantes y muchas otras celebraciones, la visibilización de lo que reivindicamos al leer, también eligió establecerse el 21 de septiembre.
Si en octubre conmemoramos el Día de la Diversidad Cultural, septiembre se adelanta alzando la voz de la bibliodiversidad. Esta nos recuerda y reclama lo que muchas veces se pierde de vista: la diversidad cultural reflejada en la producción editorial.
El intercambio de ideas escritas en libros es una significativa forma de fomentar el respeto y la co-construcción. Desde nuestra editorial elegimos cuidadosamente los contenidos a publicar, aquellos que no emergen en las editoriales comerciales. Uno de nuestros objetivos como editorial de universidad pública es darle forma a aquellas ideas producidas en la academia y en sectores preocupados por dejar un legado cultural con contenido relevante y representativo de nuestra cultura.
Ya que el 21 de septiembre es sábado, el viernes 20 vamos a dejar 10 libros distribuidos en diferentes puntos de la universidad. Los invitamos a hacer lo mismo y a difundir esta propuesta para socializar el conocimiento, nuestros intereses, nuestra cultura. Contagiemos esas ganas de leer que tantas veces nos es arrebatada en la vorágine de la rutina.