En diálogo con EDIUNC, Fabiana Bekerman habló sobre el libro que fue publicado en 2018 y forma parte de la colección Indagaciones. Fabiana, que nació en Godoy Cruz pero pasó gran parte de su vida en la Provincia de San Juan, es licenciada y profesora de Sociología, doctora en Ciencias Sociales por la UNCuyo e investigadora de CONICET. Durante el mes de septiembre, mantuvo con la Editorial de la UNCuyo la siguiente conversación:
- Me parece correcto empezar conociendo qué te empujó a realizar esta obra ¿cuál fue la motivación que te llevó a escribir el libro?
-El libro es una síntesis de mi tesis doctoral. Siempre me había interesado el tema de la dictadura por una cuestión de marco personal, porque mi papá fue muy activo políticamente en ese periodo y siempre escuchaba muchas historias en mi casa de cómo era ser estudiante y militar en la universidad en plena dictadura. Empecé el doctorado entrando en un equipo con el que estábamos trabajando cómo habían impactado las distintas dictaduras en los campos académicos periféricos. Inicié estudiando el caso de Brasil y a medida que fui avanzando los primeros meses, me di cuenta de que no había mucho trabajado sobre lo que había pasado con la investigación en la dictadura en Argentina.
- Quizás uno de los temas fundamentales de la obra es el distanciamiento entre las universidades y los centros de investigación científica generado por la política científica del momento. Sobre ese tema ¿por qué crees que después de tantos años se mantiene el legado heredado de la dictadura que presenta cierta distancia entre investigación y docencia?
-Lo que planteo en el libro es que hubo una desarticulación absoluta de la investigación con las universidades más grandes y masivas. Eso fue parte de la política de intentar despolitizar las grandes universidades que eran consideradas por la dictadura como focos de subversión y mandar presupuesto e investigadores a lugares alejados de esas grandes universidades. Creo que hay una desarticulación entre investigación y docencia que se manifiesta en distintas cuestiones. Un docente universitario no tiene la obligación de investigar y un investigador puede no dar clases. La idea de un docente-investigador o de un investigador-docente estamos lejos de cumplirla y yo creo que sería una buena manera de maximizar recursos y que como consecuencia, la formación sería de mejor calidad.
- ¿Qué has hecho después de la publicación del libro? ¿Cuáles son tus proyectos? ¿En qué estás trabajando?
-Bueno, como te decía, el libro fue resultado de la tesis doctoral. Cuando terminé la tesis, apliqué a una beca posdoctoral en CONICET, porque también mi investigación doctoral fue financiada por una beca del CONICET, y en el periodo posdoctoral traté de reconstruir qué había pasado con el organismo y las universidades entre el ‘83 y el ‘89. Siempre he seguido vinculada al ámbito científico y universitario, lo que llamamos “el campo científico y universitario”. Siempre he formado parte de un equipo de investigación que está nucleado en un instituto que depende de la universidad y del CONICET, que se llama CECIC (Centro de Estudios de la Circulación del Conocimiento). Empezamos a trabajar con campos científicos que habían sido alterados por dictaduras y, de ahí en adelante, seguimos trabajando desde diferentes aristas. Somos diecisiete, un grupo que está anexado a este centro en San Juan, en la Universidad de San Juan. Así que cada vez somos más y ahora estamos creando y poniendo a prueba un índice para medir capacidades de investigación en las universidades.
- Si tuvieras que dirigirte directamente a tus lectores ¿Por qué recomendarías comprar y leer “La investigación científica argentina en dictadura”?
-Creo que lo recomendaría por el mismo motivo que lo presenté a EDIUNC. Me parece que este libro, como otros que son resultado de investigaciones largas, exhaustivas, sólidas; suelen quedar perdidas en las bibliotecas y nadie las lee. Así como esta obra, otros trabajos también vale la pena que salgan a la luz, y sobre todo cuando son capítulos tan poco estudiados ¿Qué pasó con la ciencia en dictadura? No hay mucho. Entonces creo que esto es un pequeño aporte a conocer algo que no era conocido y hacer circular el resultado de un trabajo largo y arduo que fue evaluado y verificado. Creo que hay muchas investigaciones doctorales que deberían publicarse y circular.
Sin duda, las palabras de Bekerman invitan a indagar, a cuestionarse sobre las políticas de investigación científica en diferentes periodos y la influencia que han tenido para el presente académico y científico en que vivimos. Para responder a esas preguntas, EDIUNC cuenta con este y otros títulos de la Colección Indagaciones. Consultá su disponibilidad en la tienda online de la Librería Universitaria.