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Peronismo vs. Peronismo La economía de los gobiernos justicialistas

de Podestá, Ricardo A.

Agotado!

Resumen

Ofrece un análisis de las políticas económicas aplicadas por el peronismo cada vez que asumió la presidencia de la república. Analiza, a partir de una profusa información, las principales medidas adoptadas y las consecuencias derivadas de ellas en los períodos 1946-55, 1973-1976 y 1989-1999.

De esta manera,  demuestra la existencia de principios que dieron origen a una doctrina económica peronista, aplicada coherentemente en los primeros períodos pero no en el último.





Datos técnicos

Serie Estudios. Ediunc.

Libro. ISBN 950-39-0162-6. 2004 / 1º edición. Cubierta y encuadernación rústica. 343 p. 16.00 x 22.00 cm.

Reseñas

La política que marcó la economía argentina en el siglo XX

Alejandro Dubesarsky ( Israel en Buenos Aires) aledube@gmail.com

Peronismo vs Peronismo
Universidad Nacional de Cuyo

En el siglo XX, hubo cuatro gobiernos peronistas-. Tres veces fue presidente Juan Domingo Perón y una Carlos Menem _tomando en cuenta que el de Héctor J.Cámpora, por su duración y objetivos, fue de “transición” y el de Estela Martínez de Perón, su esposa, fue la continuación del tercero, luego del fallecimiento del líder el 1 de Julio de 1974_.

Entre 1946 y 1955, el general Juan Domingo Perón, dominó la escena de la Argentina. “Su irrupción dentro de la historia nacional sirvió para marcar un definitivo cambio en los modos de hacer política, en los instrumentos utilizados para operar sobre la realidad económica y en la forma de encarar los diversos problemas en la “cuestión social”, sostiene el investigador mendocino Ricardo Augusto Podestá en su libro “Peronismo vs. Peronismo” (Universidad Nacional de Cuyo).

Perón con su sapiencia con la que cooptó a trabajadores, sindicatos y clases bajas, logrando un “enamoramiento” que con matices se mantiene hasta hoy, a casi 40 años de su muerte.

 Leyes de protección al obrero, ayuda social, legislación del aguinaldo, fomento de la industria nacional con la creación de entes nacionales y/o apoyo a los ya existentes

Entre 1947 y 1947 a 1951, puso en Marcha el Primer Plan quinquenal, cuyos objetivos base fueron: el ya mencionado  impulso a la industria, permitiendo que ésta creciera a través del otorgamiento de créditos; nacionalizar los servicios públicos; elevar el nivel de vida para así fomentar el consumo interno, dar impulso al pleno empleo, establecer una justa distribución de la riqueza; establecer un plan de obras públicas y de viviendas.

En el contexto de la segunda posguerra, la Argentina tuvo que reorganizar su economía: los productos agrícolas y la carne habían perdido su lugar en los países europeos, la crisis no permitió colocar los excedentes en los mercados tradicionales ( especialmente Gran Bretaña), entonces el Estado argentino tuvo que ejercer su rol anti ciclíco, ser partícipe principal, buscando la reactivación.

 Con la reelección del líder justicialista, nació el Segundo Plan Quinquenal que comenzó en 1953 y que se quebró con el derrocamiento de Perón en 1955.Entre las prioridades de Perón estuvo la compra de los ferrocarriles, por entonces propiedad de los ingleses. Perón negoció y en 1948, la Argentina  los compró en 1948, aprovechando parte del dinero que estaba bloqueado en Inglaterra y parte de lo que tendrían que pagar los ingleses por futuras compras de carne.

 Antes, el estado había nacionalizado los teléfonos (antes en manos de la United River Plate, Telephone Company Limited, de capitales americanos,  la Compañía Privada de Gas, de capitales británicos y  compañías de electricidad.

 El estado de beneficio, abarcó también la Flota Mercante, la creación de Aerolíneas Argentinas, esto obligó a construir nuevos aeropuertos, entre ellos Ezeiza (Provincia de Buenos Aires) o  el Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio (I.A.P.I), con el fin de controlar el comercio exterior.

Se nacionalizó el Banco Central, se declararon propiedad del estado todas las riquezas del subsuelo y se dictaron leyes la protección y estímulo a la industria nacional.

Como marca Podestá, fue una línea coherente, sin olvidar que parte de su caída estuvo signada por la declinación económica padecida a partir de 1954.entre ellas, la falta de reservas monetarias, pérdida del crédito exterior e inflación.

 La vuelta en 1973, fue esperada como la llegada del “salvador”. Se terminaba la etapa de la proscripción y de los militares que no “volverían nunca más”, como cantaban.


 José Ber Gelbard, presidente de la Confederación General Económica hasta entonces fue el  Ministro de Economía durante los dos primeros años de la administración. Su nombramiento refleja claramente la nueva orientación económica, ya que ésta se basó fundamentalmente en una propuesta elevada por la CGE al Presidente Cámpora -parte de ella había sido ya incorporada a la plataforma electoral del FREJULI- y luego se convirtió en el corazón del acuerdo social logrado alrededor de la nueva política económica. La idea de un acuerdo surgió de la necesidad de superar la histórica lucha por la distribución de la riqueza que tantos impedimentos había creado en el pasado.
 

Precisamente, el llamado "Pacto Social" se forjó con el acuerdo formal de los sindicatos, la industria y el gobierno en torno a una serie de medidas que tendían, fundamentalmente, a estabilizar los precios y redistribuir el ingreso en favor de los trabajadores asalariados.  El acuerdo cumplió sus expectativas desde la asunción de Cámpora hasta poco antes de la muerte de Perón, cuya enfermedad,  provocó  un agudo conflicto político que despertó la desconfianza y las críticas de los actores involucrados y una  puja sin cuartel por el poder.

El caos político del mandato de María Estela Martínez de Perón, fue igual en  lo económico. Los ministros se alternaron). Ninguno de ellos permaneció en el cargo lo suficiente ni contó con un mínimo de disciplina entre los firmantes del pacto como para implementar un programa económico coherente. Por el contrario, sus pasos reflejaron la necesidad de flexibilizar y/o ajustar las pautas del acuerdo, en gran parte como respuesta a los conflictos políticos.  

La explosión con el Rodrigazo de 1975, fue el “shock”. Las medidas tomadas por El nuevo ministro Celestino Rodrigo, provocaron una devaluación del 160 por ciento, la limitación del aumento de salarios a un 50%, hizo sentir la  presión de los sindicatos que resolvieron convocar a la primera huelga general en un gobierno peronista. En tanto, La deuda externa trepó a los 7.000 millones de dólares.

Menos de un año después, los militares decidieron romper con todo, reorganizando, según sus palabras al país. Fue la base para el neoliberalismo, que no se concretó totalmente porque la decisión pasaba por las tres armas.

Con la apertura democrática, hubo un intento que no se pudo plasmar de proteger la industria nacional, además de las políticas erradas de Bernardo Grinspun y Juan Sourrille, sindicatos y grandes grupos empresarios, conspiraron para su no concreción. Con virtual caída de Raúl Alfonsín, se impuso la idea que todo lo estatal era malo y deficiente.

Carlos Menem, asumió con su discurso de la revolución productiva, que jamás llegó. Apenas comenzado su  mandato, se designó ministros de economía a hombres de Bunge & Born, Miguel Roig y Nestor Rapanelli. Ellos, sumados al “gran hermano” y posterior superministro Domingo Cavallo- imposible soslayar su nombre en la historia reciente de la Argentina y el agujero- pozo- cráter  dejado en la Argentina después del gobierno menemista y su  segunda incursión con Fernando De la Rua.  Mas otros arquitectos de la  frustrada revolución productiva como fueron Roberto Dromi, Oscar Camillión y Antonio Erman González, se unieron a los mismos grupos concentrados que conspiraron para la caída de Alfonsín para que el estado concesiones las empresas públicas. Ya no habría Entel, ni SEGBA, ni Obras Sanitarias, tampoco YPF, todos los servicios pasaron a manos de empresas privadas, monopolios u oligopolios de capitales extranjeros que se unieron a los nacionales. El resultado, es conocido, no hubo control, no hubo inversión, Telecom Telefónica, Aguas Argentinas (AYSA después) y Repsol, entre otras, ganaron sumas enormes que giraron a sus casas matrices.

Podestá resume su análisis:” Existieron principios que dieron origen a una doctrina económica peronista, aplicada coherentemente en los primeros períodos pero no en el último”

Ver nota en: http://www.israelenbuenosaires.com.ar/cgi-bin/vernota.cgi?nota=92-63818508

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